17 de Enero. San Anton. ¿Patrón de los animales?
Domingo Diaz
Domingo Díaz
16 de Enero de 2008
En el múltiple, variado, polifacético y manifiestamente mejorable sistema de arquetipos humanos que constituye el Santoral Católico, mañana 17 de Enero dicha Iglesia católica festeja a San Antón, el santo patrón de los animales. En muchos otros lugares de España (ignoro las costumbres festivas homólogas en otros países católicos), los sacerdotes harán misas en honor a este santo y acto seguido rociarán con agua bendita a cualquier animal que se les lleve con ese fin. Así, bendecirán periquitos, gatos, perros, loros, hamsters, algún caballo, cerditos, corderos, pollos y todo lo que constituye el acervo de animales domésticos en manos de los humanos. En concreto, en Madrid esta celebración se viene realizando en la Iglesia de San Antonio de la Florida, dedicada a San Antonio de Padua y no a San Antón y famosa por los frescos de Francisco de Goya que ornamentan su cúpula. También se celebra en la propia Iglesia de San Antón, al cual también se le denomina en el santoral católico San Antonio Abad. Esta similitud de nombre crea bastante confusión en los no iniciados en la termología eclesiástica-
Pobrecito Santo mío, San Antón, patrón de los animales, ja, ja. Yo le llamaría víctima del enconado deseo de la Iglesia Católica de sofocar el impulso humano hacia la búsqueda del conocimiento más alla del dogma católico y la infalibilidad del Papa, por ocultar el camino individual y colectivo hacia la Verdad más allá del rito oficial y del rebaño de los fieles (que apropiada la palabra “rebaño”).
San Antón comparte el estrecho y regañado pódium de mis santos favoritos junto con los Doctores de la Iglesia, San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús. ¿Por qué?. Vamos a repasar algunos hechos y circunstancias que, al menos en el marco energético de esta comunicación, le restituyan a su verdadero lugar sin quitar ninguna importancia a los queridos hermanos animales. Vaya este escrito, en sincronía con su onomástica, como sentido homenaje intemporal a su figura y como reconocimiento y honra de los que persiguen con decisión el conocimiento más allá de sus propios límites y los que buscan con arrojo la Verdad y la inmensa libertad que encierra.
San Antón es un santo egipcio que vivió allá por el siglo III después de Cristo (obviamente). Imagínense Egipto en aquella época y el cristianismo en aquella zona. Aún palpitante la sabiduría de los poderosos sacerdotes egipcios filtrada y reordenada por 500 años de racionalismo grecorromano, desarrollando su versión gnóstica de las enseñanzas de Jesús de Nazaret, que precisamente recibió de aquellas escuelas iniciáticas una importante parte de su acervo espiritual y su maestría. Aún existía la biblioteca de Alejandría y la Iglesia de Roma no tenía aún el férreo poder que desarrollaría después.
En estos ambientes de sincretismo religioso, de acceso a la sabiduría egipcia y al conocimiento gnóstico se educó San Antón. Desde su más temprana juventud mostró una gran inclinación por la vida eremítica y por ello pasó gran parte de su vida en el desierto, incluso tuvo periodos en que llevó una existencia nómada, volcado a la búsqueda del conocimiento, peregrino infatigable buscador en el camino de la Verdad y así, por ejemplo, le ha reconocido la Iglesia cristiana etíope desde tiempos muy remotos.
Logró reunir una gran cantidad de personas a su alrededor, también de vocación eremítica, que buscaban su saber siguiéndole a través del desierto, por lo que organizó comunidades eremíticas y predicó en ellas, por lo que algunos le consideran el verdadero padre fundador de la vida monástica en lugar de a San Benito. No obstante, San Antón prefería la soledad y se alejaba por grandes periodos de estas comunidades.
En Etiopía, a pesar de la fuerte presencia islámica aún quedan unas 2.500 iglesias dedicadas a este Santo y fueron muchas más las existentes en el pasado. Allí se le venera como lo que fue sin cortapisas.
Sus restos humanos viajaron a Constantinopla en el siglo IX y quedaron bajo la custodia del Patriarca de Constantinopla. Allí fueron a reclamar sus restos en el siglo XII una legación de monjes de la recién creada Orden de los Antonianos (nombre elegido en honor a San Antón), orden monástica que se creó prácticamente en simultaneidad con la de los Caballeros Templarios y se extendió por países como los que hoy son España, Francia e Italia. Los Antonianos tenían los mismos ideales que los templarios en cuanto a la búsqueda de la Verdad y el conocimiento se refiere, solo que permanecieron dentro de los muros del convento y los templarios lo hicieron fuera.
Los restos de San Antón les fueron entregados a los Antonianos y estos adoptaron la letra griega TAU como su símbolo identificativo, de la misma manera que hicieron los templarios. Os adjunto en las imágenes una TAU en sobrerrelieve y una roseta formada por 8 TAUs, ambas fotografías pertenecen a los restos del Convento Gótico Antoniano del pueblo de Castrogeriz en la provincia de Burgos, por uno de cuyos arcos aún existentes pasa el mismísimo Camino de Santiago. Este es uno de los pocos restos antonianos que aún se conservan en pie.
Pero el mensaje sobre las características que sostiene el arquetipo de San Antón, aparte de todas las vicisitudes energético históricas descritas, está en las representaciones artísticas de su figura que se han realizado en el pasado, en forma de imágenes, sean pictóricas, esculpidas o talladas. En los detalles de sus esculturas y tallas está codificado claramente el mensaje sobre su arquetipo, aunque de maneras múltiples. Esa codificación ha trascendido para los que saben ver y es manifiesta cuando alguien te entrega sus claves, más allá del cambio de funciones que la iglesia católica le ha asignado hacia el patronazgo animal, sea por ignorancia o con clara intencionalidad. Veamos:
En mi intenso recorrer espiritual de Iberia me he encontrado con algunas iglesias de San Antón (no son nada habituales) o con algunas tallas suyas exhibidas en iglesias o catedrales dedicadas a otros santos y siempre me ha dado una gran alegría encontrarme a San Antón porque me simboliza que la búsqueda del conocimiento y el camino de la Verdad aún tienen un solapado lugar, aunque codificado, en el seno de la Iglesia
Los elementos que caracterizan a la vez que codifican las imágenes y representaciones pictóricas de San Antón, y por los que se le reconoce, son generalmente 6 :
1. El cerdito que lleva a los pies, pegadito a su tobillo derecho y todo mansito. Esta es la figura que mayoritariamente le acompaña, aunque en alguna de las representaciones que he encontrado este cerdito es un jabalí y en otras una especie de demonio enano jorobado o algún dócil monstruito similar. La presencia de este cerdito, al cual parece que pastorea es lo que ha justificado que la Iglesia le convierta en patrón de los animales, pero nada más lejos de su intención simbólica. Energéticamente el cerdo representa el deseo sexual, la lujuria más básica, el impulso pasional sexual. Si quieres que tu líbido disminuya, deja de comer cerdo, te lo puedo asegurar. Esa es la razón por la que en las religiones judía y musulmana el consumo de cerdo está prohibido, para limitar, por vía dogma y decreto, el montante de deseo sexual de la comunidad y reducir así su impacto en comunidades de energía muy masculina o donde las relaciones entre hombres son muy comunes. El cerdito manso, a los pies de la imagen y pequeño, simboliza que la persona ya ha mitigado, superado y trascendido su parte más instintiva, más pasional y la domina y controla, pudiendo orientarse sin más cortapisas a la búsqueda de la verdad y el conocimiento.
2. En su mano derecha lleva siempre un bastón que simboliza al que está en el camino de la búsqueda, el que anda tras la Verdad, el que recorre el sendero del conocimiento.
3. En su mano izquierda lleva un libro cerrado, de lujosa encuadernación y oro en sus remaches, que representa el Conocimiento, reconocido como muy valioso por el lujo metálico de la encuadernación. El libro está cerrado, aunque en algunas representaciones lo he visto abierto, pero en las menos.
4. Suele vestir un manto de peregrino del que lleva siempre puesta la capucha. La capucha puesta significa que el conocimiento que ya está en su mente, está oculto, tapado con la capucha. Indica este signo que el conocimiento que se busca está oculto, ha sido codificado y protegido y que la Verdad es todo menos obvia.
5. Suele llevar una campana colgando del bastón o colgada al cuello. Es la campana que agita a su paso para el “llamado al despertar”. Agitando la campana despierta las conciencias de los dormidos para que se pongan en el camino de la búsqueda sin dilación.
6. Finalmente, tejida en el hábito a la altura del pecho lleva una hermosa letra TAU que le conecta con la tradición estotérica egipcia copta, con los misterios de Eleusis griegos (TAU) y con la saga templario antoniana posterior.
En resumen, el arquetipo cristiano de San Antón representa al ser consciente que ha dominado y controla sus pasiones instintivas y se ha lanzado al camino de la búsqueda de la Verdad, que ha conseguido recoger un conocimiento muy antiguo que mantiene oculto y que, para compartir el acceso a este conocimiento aún oculto, llama al despertar de la conciencia espiritual a otros seres humanos. El arquetipo San Antón del Santoral coincide en todos sus extremos y hasta en sus formas con el arquetipo de EL ERMITAÑO del Tarot. Bonito ¿no?. Vuelvo a la pregunta ¿Patrón de los animales?.
No obstante lo dicho, prácticamente todo cosecha propia recibida meditando enfrente de las imágenes de San Antón, la principal información sobre este Santo la recibí hace pocos días, tal vez como premonición de que escribiría este correo. Y precisamente está en su nombre:
AN-T-ON
1. AN tiene clara resonancia de AM- el mantram, el sonido primordial de la Madre Galáctica, la araña que teje la vida en las estrellas, según explicaba en un correo anterior.
2. ON tiene clara resonancia de OM – mantram, el sonido primordial del Padre Galáctico, el Gran Sol Central, el Hunab Ku, según explicaré en el próximo correo.
3. Entre medias la TAU, T, la letra que une mediante el puente superior a la vez que separa mediante la división vertical.
AM-T-OM
Las manifestaciones sónicas de los dos aspectos clave de la conciencia galácticos recogidos juntos en un mismo nombre y unidos a la vez que separados en un sofisticado ejercicio de dualidad cósmica. Sencillamente maravilloso. Sin esa TAU intermedia, tan desafiante, el sonido AMOM nos llevaría a la resonancia del dios egipcio AMON, de donde quizás provenga de alguna manera el nombre.
Pasando a otro tema, y para aquellos realmente interesados en el seguimiento de este interesante personaje, voy a listar las iglesias de San Antón que conozco en España y las imágenes de San Antón que he visto en otras iglesias y catedrales, con algunos comentarios sobre las diferencias de las estatuas y tallas.
1. Iglesia de San Antón en Madrid. Calle Hortaleza, 38. (No he podido pasar aún a visitarla)
2. Iglesia de San Antón en Bilbao. Calle de la Ribera, junto al Mercado, donde comparte altar con San Antonio de Padua (viva la confusión) y está de pie sobre llamas que no le queman, además de llevar el cerdito al lado de su pie derecho. En una capilla lateral de esta iglesia hay un interesante cuadro que representa a San Antón y a San Benito. San Benito retirado en una cueva en plena vida eremítica es visitado por San Antón, que se inclina hacia él y le abre y muestra el Libro de sus conocimientos.
3. Iglesia de San Antonio (supongo que Abad) en el puerto de Urquiola (Vizcaya). Tiene dos imágenes de San Antón y numerosas TAUs en las inmediaciones. Esta iglesia está situada en un paso entre montañas que unía el Camino de Santiago del Norte y el Camino de Santiago francés.
4. Ermita de San Antón en Jerez de los Caballeros, Badajoz. Pueblo donde los restos templarios y las TAUs están en todas partes. Allí murieron los últimos templarios castellanos sitiados en la Torre Sangrienta, más de 30 años después de haberse clausurado la Orden.
5. Ermita de San Antón en San Lorenzo del Escorial, Madrid. Pequeña ermita situada en una pequeña placita a unos 400 metros en línea recta de la esquina Noroeste del Monasterio. Existe en San Lorenzo una cofradía de San Antón que festeja su día con procesiones y saca al santo. Su imagen es muy curiosa porque le falta la campana, no obstante, los cofrades han colocado una externa de oro en el altar que hay a sus pies (no se han olvidado del detalle). También es curiosa esa imagen porque tiene la cabeza descubierta, sin capucha, y de su cabeza emana un halo de santidad plateado, a diferencia de la gran mayoría de los santos cuyo halo de santidad se representa dorado. Esto significa la presencia de la energía femenina (plateada) en el conocimiento recogido por San Antón, que resuena con la devoción a la Madre Tierra, a la Santa María y al principio energético femenino que profesaban los templarios.
6. Escultura de San Antón en la catedral de Tortosa, Tarragona. Muy curiosa porque el bastón termina en una TAU. Adjunto fotografía.
7. Talla de San Antón en la Catedral de Santiago, en Bilbao. Curioso, en este caso el Santo está también de pié sobre fuego y por su pie izquierdo intenta subir una especie de rata.
8. Talla de San Antón en la Iglesia de San Miguel en Ayllón, Soria.
9. Imagen pictórica de San Antón en la Basílica del Monasterio de El Escorial. En el interior de la Basílica las paredes y columnas están repletas de cuadros muy grandes del siglo XVI que representan santos y, curiosamente, en cada cuadro se dibujan dos santos o santas (nunca uno solo). Si se recorren los muros de la basílica andando de derecha a izquierda desde la entrada, el último cuadro, justo el último, en el lado izquierdo de la entrada representa a San Antón junto con ¡¡San Pedro Ermitaño!! y casualmente San Antón en este cuadro ocupa la posición izquierda. O sea que es el último santo que sitúa la iglesia, en el final de la izquierda y en el lugar izquierdo. ¿Pillan la connotación ideológica?. Además en este caso lleva un jabalí a sus pies en lugar de un cerdito.
Domingo Diaz - domdiaz@teleline.es
12504 lecturas