Un cometido consciente de vivir una vida mejor.

Pleyadianos


Un cometido consciente de vivir una vida mejor tiene que estar presente para inducir los cambios necesarios y crear unas condiciones óptimas de salud y bienestar por encima de la realidad aparente. Estáis aqui para despertar una nueva comprensión de cómo crear vuestra realidad para eliminar la programación interna que os mantiene en un camino incómodo, pero familiar. Debéis reconocer vuestras propias preocupaciones y liberarlas intencionadamente de vuestro campo energético. Creencias y actitudes limitadoras reducen la calidad de vuestra vida. Sensaciones de miedo ante lo desconocido se pueden reemplazar por la afirmación «siempre estoy a salvo». Haced una lista de las cosas que queréis crear, al igual que hacéis la lista de la compra. La vida es una gran experiencia de aprendizaje. Tenéis que haceros cargo de vuestra voluntad y dejar que viejos hábitos y patrones de pensamiento desaparezcan, para que también lo hagan las actividades mentales y físicas que os agotan.

Cuando os encontréis en un acto de autosabotaje, sonreíd internamente al ver la nueva revelación y recordad que aprender cómo manejar la energía en el mundo material es una de las razones más importantes por las que estáis aqui.

Es de vital importancia que desarrolléis una creencia fuerte con respecto a la salud, pero, ante todo, tenéis que aceptar que es vuestra responsabilidad iniciar los cambios necesarios para conseguir los resultados deseados. La creencia de que una autoridad oficial puede etiquetar y sanar vuestro cuerpo con una pildora mágica no os causará otra sensación que la de engaño. La pildora no es la respuesta para vivir una vida larga y sana (la inteligencia emocional y una nutrición consciente os garantizarán una autonomía que aportará los mejores resultados). Tenéis que elevar vuestros pensamientos con respecto a cómo funciona vuestro cuerpo; existen muchas soluciones en forma de un salto de frecuencia que os aparta de vuestra actual manera de pensar. Si de verdad estáis buscando la pildora mágica para sanar vuestro cuerpo y vuestra vida, la encontraréis en vuestra mente.

Una enfermedad se puede entender como una manifestación fisica de energía emocional bloqueada debido a vuestra manera de pensar (en otras palabras, cuando no se expresan las emociones y sentimientos, la energía bloqueada conduce a una actividad inapropiada que, finalmente, desembocará en una salud precaria).

Tanto si una enfermedad es importante como si se trata de un pequeño malestar, siempre se esconde un importante significado porque vuestro cuerpo es un sistema de bio-feedback de vuestras actitudes. Manejar energías implica manejar vuestra relación con el ser emocional. Examinar vuestras emociones es básico para entender el propósito de una situación en particular. Una salud precaria no se manifiesta sin razón alguna. Sois los responsables de vuestro cuerpo y todo está estrechamente relacionado con las decisiones que tomáis y, de hecho, restringís los procesos naturales de sanación de vuestro cuerpo cuando solamente aceptáis las etiquetas y categorías de la medicina convencional. Negáis el propósito y el poder de la inteligencia de vuestro cuerpo cuando creéis que simplemente habéis enfermado en lugar de daros cuenta y aceptar que el cuerpo simplemente está respondiendo a vuestros sentimientos y órdenes internos.

Vosotros sois la única autoridad cuando se trata de conocer vuestro cuerpo, porque sois vosotros los que estáis llevando las riendas. Ya sea gracias a una intención clara O debido a una creencia, en algún momento manifestareis aquello que ordenáis. Muchas de vuestras órdenes surgen conscientemente sin importar los beneficios que os aportan. Otras órdenes están perfectamente ocultas en vuestro subconsciente e inconsciente y viejas creencias familiares son aceptadas fielmente y jamás son cuestionadas. De esta manera se «heredan» limitaciones familiares debido a la adopción de actitudes negativas que, como resultado, acaban produciendo enfermedades similares a lo largo de generaciones en el seno de una familia. «Mi madre tenía una enfermedad determinada y lo más probable es que yo también la padezca.» Este es un ejemplo de adoptar como vuestros los retos y limitaciones de otros.

Vuestro ADN lleva muchos patrones potenciales, de modo que os conviene elegir sabiamente. El discernimiento es un producto de la observación y vosotros debéis trascender las herencias familiares confusas y crear una experiencia más amplia para comprender el propósito de las creencias limitadas. Una vez que seáis capaces de reconocer el «quid» de la cuestión, podréis liberar de vuestro campo energético los patrones de dolor y separación.

Vuestro cuerpo es un maravilloso sistema de autocuración y autorreparación y un milagro orgánico que aún tenéis que aprender a apreciar.

Tenéis que cuidar vuestro cuerpo. El cuerpo es un almacén de poder, pero, con demasiada frecuencia, vuestras creencias impiden el flujo del poder. Vuestras creencias son un programa literal que afecta a la función celular. Vuestro cuerpo es un maravilloso sistema de autocuración y autorreparación y un milagro orgánico que aún tenéis que aprender a apreciar. Está claro que vuestras células y órganos, vuestra sangre y vuestros huesos funcionan con una inteligencia espontánea basada en una cómoda y familiar cooperación. Vuestras células, tanto a nivel colectivo como individual, saben cómo hacer que vuestro cuerpo funcione y, si hay algún problema, vuestro cuerpo os lo hace saber. Detrás de cada enfermedad hay un sentido y un porqué y lo mismo se puede aplicar al dolor que la puede acompañar. Recordad que vuestro cuerpo refleja fielmente vuestras creencias.

Sentimientos de victimismo, duda y preocupación envían mensajes a vuestras células para denunciar la sensación de impotencia y carencia de poder y de manera obediente, vuestras células se alinearán con la señal y seguirán sus órdenes. Por otro lado, elegis confiar en vosotros mismos y esa decisión consciente, de hecho, selecciona los códigos de la conciencia a nivel subatómico, códigos que mantienen el posible patrón para entroncar con nuevas versiones de vosotros. La elección de confiar en vosotros mismos activa una versión maravillosa de la vida basada en la creencia del poder personal. Vosotros lleváis las riendas de vuestras vidas. Sentimientos de tolerancia, amor, respeto, compartir, cuidar, amabilidad, honestidad, gratitud y perdón no sólo fomentan una fuerte moral, sino que también aportan la paz mental.

Cuando afirmáis el deseo de vivir de manera saludable y pacífica, vuestros sentidos se abren para participar en nuevos perfeccionamientos sutiles que entroncan con la reorganización de los códigos celulares de la conciencia. Esos códigos activan programas para nuevas y extraordinarias percepciones (y crean, literalmente, nuevas avenidas vitales para que las recorráis).

El valor de reclamar vuestra autoconfianza ofrece una nueva forma de libertad personal. La elección de crear una experiencia segura, honesta, respetuosa y placentera en todas las realidades depende exclusivamente de vosotros. Cuando se abrazan creencias que mejoran la vida, una vitalidad diferente emana de vuestra forma física y, por decirlo de alguna manera, vuestro cuerpo mejora. Un exuberante estado mental os hace más receptivos a los efectos vibrantes de la energía de las radiaciones cósmicas. Cuando esta energía entra en vuestros chakras, vuestros sentidos se abren para percibir una nueva realización; podéis ganar una profunda comprensión espiritual de cómo las cosas que han pasado en esta vida están entrelazadas con otras lineas del tiempo. La realidad es fluida; el tiempo y el espacio son flexibles y pueden cambiar según la percepción del observador.

Vuestros cambios de percepción en el aquí y el ahora, de hecho, se expanden por las líneas del tiempo y transmiten vuestra elección de nuevos códigos de conciencia. Es asi como la sanación tiene lugar en las líneas del tiempo.

Eventos y experiencias son susceptibles de volver a interpretarse porque consisten en capas y capas de acuerdos importantes; cuando se miran las cosas desde esta perspectiva, las colinas y valles de la vida adquieren un cariz y un significado completamente nuevo. La sanación de los genes humanos está relacionada con la liberación de viejos dolores y miedos atrapados, que transforman antiguos patrones de pensamiento que albergan actitudes limitadoras y aportan al cuerpo un estado de mayor conciencia. Preguntar «por qué» creáis algo cambia las frecuencias de las ondas cerebrales para así poder comunicarse con la mente cósmica. Buscar un significado más amplio restablece el equilibrio del poder natural de vuestro cuerpo para sanarse, y, desde una perspectiva más amplia, en el campo de juego de la existencia, cualquier sanación supone una reinterpretación de lo que creéis que os ha ocurrido.

Existen muchas oportunidades cuando elegís sanar la relación que tenéis con vuestra forma física. Cuanta más atención prestáis y cuanto más conocimiento tenéis para reconocer los mensajes de vuestro cuerpo, especialmente las «sensaciones viscerales» procedentes del cerebro y que pasan al abdomen, más aprendéis. La inteligencia intuitiva es una expresión natural de vuestra conexión con la mente cósmica que no depende de un lugar, ya que trasciende el espacio y el tiempo. Confiad en vosotros mismos y seguid vuestros instintos más desarrollados. El cuerpo no trabaja en contra de vosotros; no obstante, si trabajáis en contra de él, le ninguneáis, criticáis y os devaluáis a vosotros mismos, vuestro cuerpo obedecerá la orden más firme. Cuando fuertes emociones acompañan a creencias especificas, las órdenes emitidas siempre transmitirán una sensación de urgencia que hace que la manifestación sea más rápida.

La creencia de que «no hay tiempo suficiente» conduce a una vida dominada por el estrés, y los ataques al corazón aparecen si predomina la orden con respecto al tiempo o es el mensaje más fuerte enviado al cuerpo. Apegarse al sentimiento de un «corazón roto» puede ejercer los mismos efectos. El corazón es el guardián del tiempo del cuerpo: cada latido marca un ritmo que está en consonancia con el cosmos, con el útero de la madre, el centro galáctico.

Toda sanación es una reinterpretación de lo que creéis que os ha pasado.

El deterioro generalizado del cuerpo físico ha dado lugar a una crisis mundial de salud que hace patente una falta de placer y una reducida calidad de vida de las personas del denominado mundo civilizado. La irrupción de un profundo dolor emocional y físico en los habitantes de la Tierra no es otra cosa que la expresión de una constricción de la conciencia que se basa en creencias fundamentales sobre lo que es posible y lo que no lo es. La humanidad ha desarrollado un miedo colectivo inconsciente ante la posibilidad de tener que ocuparse de sí misma y esta creencia crea un bloqueo directo del poder del cuerpo. Físicamente, un bloqueo o una obstrucción de energía pueden crear gran variedad de patrones que, a su vez, generan el caos dentro del sistema corporal interno. La creencia en un ser supremo que os salvará u os juzgará y os castigará por vuestras transgresiones sólo provoca más descrédito y negación de la magnitud de vuestro poder de sanaros desde dentro.

En vuestro mundo existen muchas creencias que se centran en el dolor y que parecen aceptables debido a experiencias que parecen reales; sin embargo, el intenso enfoque en la expectación del dolor y el sufrimiento es el verdadero origen. Creencias respecto al dolor se aunaron a vuestra biología y se hallan en vuestro subconsciente, lo que provoca, con frecuencia, miedo a la vida.

Asuntos no resueltos como la amargura y el enfado o las heridas y las muertes traumáticas, procedentes de otra vida, aparecen frecuentemente en forma de dolores y dolores crónicos en el cuerpo. Los patrones de vuestros genes contienen memorias de vuestras diversas reencarnaciones y al mismo tiempo, también la historia completa de vuestro linaje genético de sangre. Las expectaciones de dolor crean en el cuerpo patrones de negación; como resultado, ciertas cosas son automática e inconscientemente censuradas, encasilladas y filtradas a través de un proceso invisible de protección, un sistema que se esfuerza para evitar a toda costa encuentros dolorosos. El dolor se convierte en el enemigo y llevado a extremos, cualquier evento resulta sospechoso. Cuando sucede esto, llega un momento en que el cuerpo comienza a cerrarse.

El repetido comando mental y emocional de evitar el dolor a toda costa termina por arrollar la inteligencia natural del cuerpo, creando una obstrucción importante en el campo de la comunicación celular. Este bloqueo puede manifestarse tarde o temprano como un malestar en alguna parte del cuerpo que indica literalmente dónde se están manifestando las creencias dolorosas y los temas emocionales.

Las células de vuestro cuerpo se reemplazan continuamente y, en general, ni siquiera sois conscientes de ese proceso: sin embargo, las nuevas células focalizan la atención de cumplir con vuestras creencias y órdenes. Aunque las células sean nuevas, seguirán como antes si seguís dándoles las mismas viejas órdenes. Las células, las moléculas, los átomos y las partículas subatómicas son todos inteligentes; se comunican entre sí, pues su trabajo consiste en responderá vuestras órdenes. Vosotros elegís los códigos de conciencia que mejor expresan vuestros objetivos vitales, basados en el grado de conciencia que habéis desarrollado. Como «jefe de las creencias», por favor, considerad nuestra pregunta: ¿Estáis enviando órdenes de guerra a vuestra propia biología debido a conflictos escondidos?

Vuestro cuerpo es un almacén en el que se guarda todo aquello que habéis vivido tanto vosotros como todo vuestro linaje de sangre (las alegrías, los dolores y los traumas de esta vida y de las de más allá). Todo está guardado en vuestros genes y vosotros debéis aprender el arte de la quietud y del silencio para profundizar y tener acceso a estos conocimientos. Cargáis con diversos grados de dolor no resuelto respecto a lo que creéis que los demás os han hecho (traumas que no fueron jamás procesados ni integrados porque no fueron nunca comprendidos). Actos de violencia y de abusos sexuales nublan el espíritu y, al igual que una imperfección en un disco hace que se repita una y otra vez la misma vieja canción, vosotros repetís experiencias hasta que desarrolláis una visión más amplia que os permite elegir otra solución. Utilizar palabras como siempre, nunca y eternamente para describiros a vosotros mismos o vuestras conductas pueden ser herencias lingüisticas de otras vidas.

Los eventos traumáticos crean una sensación de «algo no terminado» que debe ser entendida dentro de un contexto más amplio para ser liberados del cuerpo. Deliberaciones y acuerdos para sanar se renegocian continuamente. Sanar es enfrentarse, y enfrentarse es sentir, y sentir es sanar. Desde un punto de vista espiritual, acordáis cosas como «yo asumiré este papel para que tú puedas acabar con este asunto no resuelto de forma armónica». Tenéis el libre albedrío de hacer lo que os apetezca; nuestro consejo es que no hagáis daño a nadie porque, hagáis lo que hagáis, lo hecho volverá a vosotros. Cuando os hacéis daño a vosotros mismos y/o a otros, entráis en un ciclo de causa y efecto: crearéis escenarios similares con el único propósito de ejercitar vuestra voluntad o cambiar el resultado final al modificar vuestra elección. Nadie os reservará un sitio en el infierno si sois pecadores.

La única manera de realmente disfrutar de vuestro libre albedrio es obtener lo que habéis creado. Y por esa razón única, la existencia es amable, interactiva, compasiva.



Extracto del libro "Recuperar El Poder".
Sabiduría Pleyadiana para un mundo en caos.
Barbara Marciniak

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