Los resentires.

Varios/Otros


Las dos maneras de manifestar las emociones. Antes una pequeña aclaración: cuando hablamos de resentir, no estamos hablando de resentimiento o del resentir judeo-cristiano. Hablamos de volver a sentir, también de una necesidad biológica.

El resentir es la huella de una función biológica no satisfecha. Está en el cuerpo, está en el corazón de la célula, en lo más íntimo. Cuando estamos en el resentir no podemos hacer trampa. Cuando hablamos de nuestro resentir, nos encontramos mejor. Sin embargo muchas veces hablamos o mostramos nuestra cólera cada día y esto no hace que nos encontremos mejor. Es como si más hablo de ello, mas mal me encuentro. ¿Qué pasa entonces?.

Hay dos resentires básicos: el secundario y el primario, es fundamental ver la diferencia si queremos biodescodificar bien.


El Resentir Secundario: es el autorizado por la sociedad, es aquel que al expresarlo no cambia nada y podemos estar todo el tiempo con él. Un marido expresa cólera cada día y no cambia nada, sigue teniendo cólera. O Mujeres que expresan tristeza y tampoco cambia nada. Este resentir esconde el Resentir Primario.


El Resentir Primario: es la emoción que no me atrevo a expresar, a sentir y que está dentro de mí. Es la que no es correcta. Por ejemplo: ¿cómo puedo yo odiar a mi madre? Por eso siempre hay que preguntar ¿qué hay detrás de esta emoción?

Para saber si estamos en el Primario o en el Secundario, hay que tener en cuenta solamente esto: En el secundario cuando se expresa la emoción no cambia nada. En el Primario al expresar la emoción se produce un cambio y se aprecia en la fisiología de la persona. Es un cambio suave, ligero, profundo, de comprensión (hay luz en la oscuridad)

Hay que saber que todas las emociones pueden ser primarias o secundarias.


El Resentir del Ser: cuando la persona después de haber liberado su resentir primario, se siente aliviada, eufórica, puede tener ganas de reír, se siente feliz. Es el resentir original, el de antes del estrés.

Este resentir no lo provoca el terapeuta, ni los medicamentos. Está dentro de nosotros, pero es muy inconsciente. Para llegar a él hemos de atravesar lo negativo.

Cada resentir traduce una función biológica. La enfermedad es una vía real para ir hacia nuestro inconsciente. Freud habló de conversión psicosomática, la transformación de nuestra historia inconsciente en enfermedad.



La función del bioterapeuta.

Todo terapeuta al interaccionar con su cliente debe crear una atmósfera terapéutica para que éste se encuentre cómodo, seguro. Para ello vamos a repasar la regla de las tres P y la función del bioterapeuta. Le llamamos la regla de las tres P, pero en realidad son cuatro, la cuarta es la paciencia.

Hay algo que debemos tener muy claro, el paciente no debe ir al ritmo del terapeuta, sino el terapeuta al ritmo del paciente. Porque, en definitiva, estamos acompañando a la persona, no empujándola. No debemos permitir que nos bañe en emociones secundarias, pero tampoco debemos empujarla.

1. Protección: gracias a la protección uno puede crecer. La madre tiene esa función.

2. Permiso: función paterna. Es el que da permiso de irse de casa, crecer, hacer elecciones.

3. Poder: protección + permiso = Poder. Poder de ser uno mismo, de curarse, de vivir,…

4. Paciencia: cada persona tiene su ritmo. El terapeuta debe cambiar su ritmo, no el del paciente.

Al paciente hay que protegerlo, cuidarlo, mimarlo, darle permiso para expresar sus emociones, darle el poder de cambiar su vida y adaptarnos a su ritmo. Debemos saber que lo llevamos a un lugar de dolor y que su mente ha puesto barreras psíquicas.

La misión del terapeuta es llevar a su cliente a su oscuridad. Puede haber un cliente que esté en lo mental, aquí el terapeuta debe ser muy protector y dar mucho permiso. Esto es porque cuando mostramos nuestras emociones, nos sentimos débiles y vulnerables.


Por eso en su función del bioterapeuta debe:
- Ser dulce
- Ser respetuoso con el modo de entender y ver la vida de su paciente.
- Es sobre todo un “acompañante”.
- No Juzgar, el terapeuta debe estar preparado para oír cualquier cosa.
- Debe evitar aconsejar, el terapeuta no debe proyectar su necesidad en el paciente, en todo caso orientará para que su paciente encuentre el “recurso”.

Su objetivo es hacer revivir el instante del shock emocional, que el paciente exprese su resentir. Que el paciente exprese la emoción oculta, aquella que nunca ha visto la luz, que nunca ha sido escuchada por oído alguno. Que vuelva a sentir y que por fin la exprese.

El terapeuta debe estar en el ser, jamás se hace cargo de la desgracia.

La persona debe, principalmente, sentirse protegida. Lo que más valora es el no-juicio, porque se puede expresar. Debe sentirse muy protegida para ser capaz de contar aquello que más le cuesta. A los pacientes siempre les digo que, si queremos sanarnos, hemos de integrar nuestros diablos, la sombra. Las personas estamos educadas en que hay emociones buenas y emociones malas y no aceptar que sientes.

- Por ejemplo, una chica sufre abusos por parte de su padre. Ella manifiesta su resentir secundario (el padre es un cabr…, etc.), pero el resentir primario era odio hacia la madre porque lo sabía y no la había protegido. Pero no se permitía odiar a su madre.

Para llegar a esto, la persona debe sentirse protegida, no juzgada.

Cuando la persona se siente protegida y tiene permiso entonces tiene poder de cambiar. Porque le has enseñado que puede sentir cualquier cosa y todo está bien.

Obviamente, hay que ser muy respetuoso con las creencias del paciente. El tema de las creencias, se trabaja con protocolos de PNL (Programación Neurolingüística). De hecho, los protocolos que se aplican en Biodescodificación son los mismos que los de PNL con pequeñas variaciones para adaptarse a la terapia.

Las creencias tenemos que buscarlas en el ambiente de la persona (hay personas dictatoriales, pedantes, espirituales,…) pero tenemos que ser terapeutas de cualquier persona. Debemos ser muy flexibles y respetuosos, observar qué predicados utiliza y tener en cuenta como habla la persona. Obviamente, el terapeuta jamás juzga, porque el paciente lo va a percibir, aunque sea inconscientemente. Debe ser muy humanista: todo está bien, nada está mal.

Cuando hago Biodescodificación siempre digo que: “vengo de Júpiter” y procuro no dar nunca por supuesto nada. Porque así logramos que no nos den las respuestas del consciente. Cuando caemos en la trampa de presuponer las cosas, hacemos una interpretación de lo que nos dicen, pero no entendemos nada. El paciente debe decir exactamente, qué significa lo que quiere decir. Es una de las claves para hacer Biodescodificación.

Así, si alguien me dice, por ejemplo: “es que yo tengo unas relaciones muy frías con mi marido”, le digo ¡Ah! “¿Os lo hacéis dentro de la nevera?”.

Siempre les digo a mis pacientes que lo último que me interesa es su verdad y empleo una frase que un día vi en una película, ORIGEN y en ella se dice más o menos:

“No me cuentes tu estructura (mapa), porque no lo quiero contaminar con mi inconsciente”.

Al terapeuta le interesa saber cuándo empezó el síntoma, la situación. Le pide a su paciente que le cuente, en tiempo presente, todos estos aspectos que vive antes de manifestarse el síntoma o la enfermedad.

Para ello utilizamos un protocolo, fundamental, para acceder a estos aspectos que están oscuros en el paciente. Es el protocolo del Viaje al Inconsciente.


Protocolo del Viaje al Inconsciente.

Este esquema siempre debe estar presente en el espíritu del terapeuta. Nos lleva al resentir, a la emoción oculta. Es como una especie de hipnosis ligera. Un acto de escucha y de reflexión. Preguntas que el paciente no está acostumbrado a hacerse.

Exterior: es lo que captan nuestros sentidos. Es la situación de partida. Debemos recolocar a nuestro paciente en el espacio-tiempo, en el presente de la edad donde se produce la situación conflictiva.

Actos: es nuestra relación con el exterior, entro en contacto mediante la acción. Le preguntamos al paciente que hizo la primera vez, cuáles fueron sus acciones.

Pensamiento: es lo mental, las creencias, juicios, opiniones, nuestros valores. Es el sistema guía que da dirección a nuestras emociones. Nuestra pregunta clave es: ¿Qué es lo que piensas en esta situación conflictiva?. El pensamiento debe estar profundamente relacionado con lo que sucede. La respuesta no puede ser ambigua, como por ejemplo: “pienso que esto está mal”, ¿qué es lo que está mal? Tiene que ser un pensamiento concreto y preciso tal como: “pienso que mi padre es un desgraciado” o “pienso que mi jefe es un ladrón”, etc.

Sentimiento: existe cuando hay pensamiento y emoción, es la unión de las dos. Cuando sentimos estamos experimentando la energía de la emoción fusionada con la imaginación de nuestros pensamientos. Es una ilusión de una emoción. Es un pensamiento revestido de emoción. No se siente en el cuerpo, es mental. Si la emoción se siente en el cuerpo, entonces no es un sentimiento es una verdadera emoción. La pregunta claves es: ¿qué es lo que sientes? Y la respuesta puede ser muy variada como “me siento frustrado”, me siento agredido”.

Emoción: es la fuente de energía y poder que nos mueve hacia adelante, es el deseo y es somática. A veces fluye y a veces se aloja en nuestro cuerpo. Hay grandes emociones como la cólera, la tristeza, el miedo, el odio, el amor, la alegría, el asco. ¿Cuál es la emoción que te embarga? Esta es una de las preguntas claves o esta otra: ¿cuál es la emoción que te produce este pensamiento y este sentimiento?

Sensación Física: es lo que se siente en el cuerpo. Se me cierra el corazón, me siento vacío, la garganta se me cierra, tengo frío, siento un peso. Va ligada siempre a una emoción negativa o positiva. La emoción se siente en el cuerpo. Muchas veces es mejor preguntarle al paciente donde siente la emoción y luego pedirle que le ponga nombre, que la manifieste. Ésta siempre será la emoción secundaria, la políticamente correcta. Con la sensación física estamos a las puertas de nuestro inconsciente. Allí encontramos el guardián del umbral mitológico, el súper-ego, el que nos controla.

Resentir: Es la huella de una función biológica no satisfecha. Es la emoción oculta no expresada, es somática por lo que se manifiesta en el cuerpo. Es engendrada por las leyes rígidas del comportamiento. Es inconsciente, está en el inconsciente biológico por lo que solo accederemos a ella a través de la emoción y la somática. Esta oculta o la sombra de la emoción expresada conscientemente. El resentir es específico, es concreto, la persona siente pena, desespero, impotencia, etc. El resentir es una frase que se hace consciente, es algo que nunca se ha dicho o expresado. Cuando sale a la luz nos libera. La pregunta es: ¿cuál es el resentir?, ¿qué es esto que nunca has expresado, dicho, o hecho?.

- Ejemplo: A una mujer, que tiene cáncer de ovarios desde hace tres años, le pregunto: ¿Que ha pasado hace tres años? – “Nada”- responde. ¿Cuándo no pasa nada, que pasa?, ella dice – “ah, mi hijo se casa”-. -¿y que ha resentido cuando su hijo se casa?- “que había 150 personas” (exterior). Pero dentro de usted ¿es normal casarse con 24 años? (pensamiento) ¿Qué ha resentido?- “que era normal para una madre sentirse contenta” (sentimiento). Pero en su cuerpo ¿Qué hay cuando su hijo se casa? – “Hay un vacío”- ¿en qué momento hay un vacío en la línea del tiempo?- “no lo puedo decir, no tengo derecho a decir que estoy triste porque mi hijo se haya casado”- (conflicto bloqueante). “Al día siguiente de la boda paso por delante de la habitación de mi hijo y todo está ordenado, silencioso”. En este momento específico ¿Qué siente?- “siento como si lo hubiera perdido, como si hubiera muerto. Pero no tengo derecho a resentir esto, el está feliz”.

Yo le doy permiso para que exprese su emoción y cuenta que durante 20 años ha estado peleando con su hijo para que ordenara su habitación, para que cerrara la música. Pero en este momento, deseaba que hubiera música y desorden.

Diferencia entre el Resentir y la Emoción. La emoción es más global: tengo miedo, siento ira. El resentir es más específico: estoy angustiado, tengo pánico, quiero matarlo, no soporto llevar esta carga, tengo cólera contra mi madre, siento que he perdido a mi madre, no pinto nada en mi casa soy un cero a la izquierda, mi marido es un desgraciado, me da asco, etc.

Cada resentir traduce una función biológica, como por ejemplo el miedo total se expresa en la laringe. La tristeza, en muchas ocasiones, se expresa en los pulmones y la rabia en la boca del estómago.

Diferencia entre Sentimiento y Emoción. La emoción se siente en el cuerpo, se ve en él. Uno puede decir que tiene mucha rabia, si no la siente en el cuerpo es una construcción mental. El sentimiento es un pensamiento revestido de una emoción, puede ser una opinión, una evaluación, no tiene efecto sobre el cuerpo.



Extracto de Tratado de Biodescodificación
Enric Corbera

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